El nuevo
embajador de Estados Unidos en Quito, Adam Namm, alertó de que Ecuador se
expone al “riesgo” de sanciones por sus acuerdos comerciales y financieros con
Irán, y por su prevista cooperación en el área petrolera.
En una
entrevista con Efe, Namm aclaró que las leyes de Estados Unidos que penalizan
“a países que hacen negocios con Irán” son muy técnicas y que por ello un alto
funcionario del Tesoro viajó hace unos seis meses a Quito para informar al
Gobierno al respecto.

“Son leyes
de los Estados Unidos y si Ecuador o una institución financiera viola estas
leyes hay penas”, advirtió Namm, quien por ello calificó como “un riesgo” los
acuerdos entre Ecuador e Irán.
“Supongo que
Ecuador está ahora bien informado sobre las leyes de los Estados Unidos, y
ojalá que no vaya en contra de estas leyes”, añadió Namm, quien llegó a Quito
en mayo, después de que Ecuador expulsara a su antecesora, Heather Hodges, por
un cable divulgado por WikiLeaks sobre la supuesta corrupción en la policía.
“Para los
Estados Unidos y para muchos países en el mundo Irán es un país que apoya el
terrorismo, que no está cumpliendo con las normas nucleares del mundo y por eso
ha sido sancionado por las Naciones Unidas”, dijo el diplomático.
Durante una
visita a Quito el pasado enero del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, ambos
países acordaron intensificar los intercambios comerciales y financieros.
Según un
acta del encuentro divulgada por parlamentarios de oposición la semana pasada,
Ecuador se comprometió a que su Banco Central abra una cuenta en un banco de un
tercer país en el que el Gobierno iraní tenga una cuenta para facilitar los
intercambios comerciales entre ambas partes.
Además, la
Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional, el parlamento
unicameral de Ecuador, analiza actualmente la ratificación de un acuerdo
comercial firmado el año pasado entre los dos países.
Al mismo
tiempo, la compañía estatal Petroecuador prevé colaborar con el sector
petrolero iraní.
Su gerente,
Marco Calvopiña, dijo en abril que la empresa espera entrar en un consorcio que
explota el campo petrolero Dobokubi, en Venezuela, actualmente en manos de
PDVSA y la empresa iraní Petropars.
Además,
también informó del interés “inicial” de Irán en participar en la construcción
de la Refinería del Pacífico, en la costa ecuatoriana, un proyecto que costará
12.000 millones de dólares y en el que PDVSA es socio minoritario.
Respecto a
esa cooperación potencial entre los dos países, Namm opinó que “las leyes de
sanciones de Estados Unidos tratan mucho de estas relaciones entre países con
respecto a la venta de petróleo y otros productos petroleros. Estas leyes son
muy complicadas, pero eso sería un riesgo”.
En mayo del
año pasado Estados Unidos impuso sanciones a PDVSA por sus relaciones con el
sector petrolero iraní.
El
subsecretario de Estado, James Steinberg, dijo entonces que PDVSA no podría
firmar contratos con la Administración estadounidense ni contar con
financiación de Estados Unidos para sus operaciones de importación y
exportación, aunque no se vería afectada la venta de petróleo a este país.
El
presidente de la Federación Nacional de Cámaras de Comercio de Ecuador, Blasco
Peñaherrera, acusó el 17 de julio al Gobierno del presidente Rafael Correa de
establecer un mecanismo para el lavado de dinero de Irán, país que está sujeto
a sanciones internacionales.
En una rueda
de prensa, Peñaherrera criticó un acuerdo sobre cooperación financiera adoptado
entre ambos países el pasado enero durante la visita a Quito del presidente
iraní, Mahmud Ahmadineyad. Peñaherrera afirmó que las clausulas del acuerdo
ampararían "un procedimiento de lavado de activos". "Se va a
utilizar el Cofiec como lavandería del dinero más sangriento del mundo, que es
el dinero del terrorismo", dijo.
El
presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea
Nacional, Fernando Bustamante, confirmó a Efe la semana pasada que según ese
esquema los bancos centrales de Ecuador e Irán abrirían cuentas en el banco
intermediario y canalizarían sus transacciones a través de él.
Bustamante,
del Movimiento Alianza País, que encabeza Correa, enfatizó que ese sistema es
legal y que muchos países comercian con Irán.
"Si el
Ecuador, en cumplimiento de este acuerdo, procede como proceden Italia,
Alemania, Estados Unidos, Japón y China en su comercio con Irán ciertamente no
está expuesto" a sanciones, afirmó.
La Comisión
que Bustamante preside analiza actualmente la ratificación de un convenio
comercial firmado entre ambos Gobiernos el año pasado.
Peñaherrera,
quien tildó a Ahmadineyad de "tirano" y "persona
detestable", dijo que Correa "insiste en mantener relaciones con
quien no debemos, con quien está sancionado por Naciones Unidas", y alertó
de posibles consecuencias negativas para Ecuador.
El líder
empresarial citó un informe reservado realizado por el Banco Central
ecuatoriano en 2008 que alertaba de que la firma de convenios con su homólogo
de Irán podría ocasionar "bloqueos o congelamientos de recursos en las
cuentas que mantiene la Institución en el exterior".
La semana
pasada Bustamante dijo que "para evitar lo que ese estudio indica existen
mecanismos, que es precisamente el establecer la intermediación a través de
bancos que están autorizados para operar comercio exterior con Irán".
Entre las
sanciones a las que se enfrenta Irán está la eliminación de ciertos bancos
iraníes, incluido el Banco Central, del sistema SWIFT, lo que les impide
recibir o hacer transferencias internacionales de forma directa.
Además,
Estados Unidos y Europa han bloqueado activos del Banco Central y Washington
también sanciona a entidades extranjeras que hagan negocios en el sector
petrolero iraní.
Junto con el
presidente de Venezuela, Hugo Chávez, Correa mantiene una buena relación con
Irán.
Ahora va a resultar que Ecuador es un país terrorista y todo porque el presidente Correa está haciendo una política que molesta, además de haber roto con las políticas de sometimiento ante los EE.UU que hacían sus anteriores antecesores en el gobierno de Ecuador. Por si esto fuera poco, una cosa que debió colmar el vaso de las paciencias imperialista de los gobernantes americanos fue la entrevista en que participó con el fundador de Wikileaks (Julián Assange) en la que dijo, entre otras cosas: "el único país en el que nunca han habido golpes de Estado es en los EE.UU, porque no hay Embajada americana" y como además ha mostrado sus simpatías por el de Wikileaks... "hay que encerrarlo, torturarlo, asesinarlo no vaya a ser que otros quieran imitarlo.
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