viernes, 19 de octubre de 2012
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Todo cambia, pero el mundo sigue igual
Hoy que me levanté un poco tarde, preparé el desayuno, como vengo haciendo a diario, pero no prendí la computadora. Mientras desayunábamos el pensamiento me llevó a ver de nuevo la, deficitaria, situación por la que estamos pasando. De manera diferente al resto de los días y con una visión más cercana a la realidad ya que nada me impedía pensar y ver las cosas por mí mismo.
Hoy teníamos que ir a recoger alimentos, poca cosa, que nos dan una vez cada mes y teníamos que darnos prisa porque quería que me diera tiempo para asistir, aunque iba a llegar tarde, a un curso que estoy haciendo en una localidad cercana.
Sumergido en mi pensamiento me llegaron a la mente situaciones de otros tiempos, concretamente, tiempos relatos por Osvaldo Bayer en uno de sus libros, La Patagonia Rebelde, en el que relata los sucesos ocurridos en la Argentina de finales del siglo XIX y principios del veinte (una historia, como tantas, que pone los pelos de pié al más insensible: en medio de una tierra dura y dedicados a la cría de ganado La Patagonia argentina, los peones, que trabajaban para los estancieros -señores de lo que se conoce como ranchos, haciendas, fincas…-, tenían que trabajar desde que salía el Sol hasta que desaparecía por el agreste horizonte, por un salario mísero, que le pagaban por medio de unos vales que a su vez gastaba en comprar en el mismo establecimiento en el que trabajaban y por imposición del estanciero que marcaba unos precios por encima de las posibilidades que les permitían los vales obtenidos por su, esforzado, trabajo. Estas, pobres, gentes que carecían de ninguna otra oportunidad. Eran a menudo despedidos, lo que les obligaba a estar de aquí para allá, ya que el trato era el mismo en todas las estancias, por lo que a en general se conformaban con su tortuosa situación. En las haciendas les proporcionaban alojamiento que consistía en un jergón de paja en el que habitaban, debido a la insalubridad y falta de higiene toda clase de insectos a lo que hay que añadir la humedad propia del campo, de lo que únicamente se libraban en época de verano que dormían al aire libre para zafarse de tan nocivo ambiente).
Pensaba, también, en esos anuncios, en los que aparecen individuos cargados con el televisor a la espalda, censurando una época, supuestamente, pasada, en la que la tv tenía entretenida y sumida en el sueño de la ignorancia a la mayoría de la población.
Hace ya tiempo que solo veo la tv en raras ocasiones, casi siempre en algún circulo social, de los pocos que frecuento. Dejé de vela parque además de que me empezó a resultar muy aburrida, se había quedado sin ese contenido que a veces nos atrae o, sencillamente nos interesa.
Durante un tiempo el dejar de ver la tv, se ha convertido en una moda y muchos/as, ellos más que ellas, experimentan una cierta satisfacción cuando dicen que no ven la tv, que la tv ya no les tiene enganchados. Los humanos somos así… necesitamos que los demás sepan que somos esto o aquello, no nos basta con nuestra aprobación.
Yo, para no ser manos, también he presumido, de alguna forma, de no ver la tv, aunque a decir verdad, nunca lo dije para que me lo aprobaran o no. Y como el ser humano a diferencia del burro, si tropezamos siempre en la misma piedra me he dado cuenta, ya hace algún tiempo, que he vuelto a tropezar si no en la misma piedra en una muy parecida.
Hace años, cuando se empezaron a introducir las computadoras, la mayoría de amigos/as empezaron a utilizar esta otra cajita y aunque en principio me resistí, supongo que por el miedo a lo desconocido, comprendí que en este carro había que subir o te quedabas aislado, Hoy vuelvo a tener la misma sensación, aún reconociendo que es completamente distinta una cosa de la otra… en la tv no podemos elegir lo que nos interesa, porque no hay nada de interés y, por el contrario, internet lo podemos manejar cada uno/a de nosotros/as como se nos apetezca.
Muchas de las horas que estamos enganchados/as en la computadora, pienso, podíamos estar haciendo algo más productivo, incluso si hacer nada ¡porqué no!
¡Tanta noticia termina siendo abrumador! Cuando abrimos este cacharro para buscar
noticias o alguna otra información, nos acabamos pegando horas y a mí me queda esa sensación como… de no haber hacho nada, como de haber estado perdiendo el tiempo. Pienso que estar un poco más en la calle en contacto con la gente es mucho mejor que estar viendo noticias que, por abundantes, no podemos asimilar. Mientras un montón de noticias menos importantes para nosotros en muestro día a díase producen otros hecho que nos afectan más directamente y no llegamos a asimilarlas como deberíamos. Por ejemplo, desde que empezó el año los precios de los productos de primerísima necesidad han subido más de un treinta por ciento mientras que los salarios están congelados, los subsidios encasillados en las grandes rebajas del Gobierno: el subsidio de mayores de 52 años ha pasado a ser, en subsidio para 55 años. Entre los 52 y 55 años la población de parados en esta franja de edad en España es de un casi un millón de personas, que además están en la estadística de parados de larga duración, a lo que hay que sumar la supresión del subsidio a los mayores de 45 años y la falta de subsidio para los parados más jóvenes… y sigue y suma y más y más… El crecimiento de los índices de pobreza, que a consecuencia de una crisis fabricada por los políticos a nivel mundial, par esquilmar a los pueblos, ha ascendido en España De un 8% que había en el año 2000 a un 25% en la actualidad.
"Ya no estamos padeciendo una crisis, sino que se está conformando un nuevo mundo donde los más pobres son aún más pobres". Esta situación, de la que alerta Cáritas, sitúa a España como noveno país de Europa con la peor tasa (25,5%) de población en riesgo de pobreza o exclusión social. Según recoge el Instituto de Estudios Económicos con datos del Eurostat, uno de cada cuatro españoles se encontraba en riesgo en 2010.
Con esta tasa, España entró en el top ten de países de Europa con peores cifras, por detrás de Bulgaria (41,6 %), Rumanía (41,4%), Letonia (38,1%), Lituania (33,4 %), Hungría (29,9%), Polonia (27,8%) y Grecia (27,7%). Con los porcentajes más bajos se sitúan la República Checa, Suecia, Holanda y Austria, que no superan el 16%.
Desigualdad entre Comunidades Autónomas
Un caso paradigmático de las consecuencias de la crisis es Extremadura (41,5%), donde el riesgo de pobreza y exclusión social ya supera los niveles de Rumanía. En España, solo la Ciudad Autónoma de Ceuta está en peor situación y, con una de las cifras más altas de Europa (42,1%), únicamente la superan Bulgaria, Rumanía y dos regiones italianas (Sicilia y Campania).
Por detrás están Andalucía, Murcia y Canarias, que superan el 35%, situándose tras ellas la ciudad autónoma de Melilla, con el 34,3%. En el extremo opuesto, con menor porcentaje de población en riesgo de pobreza se encuentran además de la Comunidad Foral de Navarra, con tan solo el 9,7%, el País Vasco con el 15,5%, Aragón con el 15,9%, Asturias con el 16,8%, y Madrid con el 18,1%.
“La pobreza es más crónica que nunca”
España es el país de la UE en el que más han aumentado las diferencias entre ricos y pobres en los últimos años, según alerta Cáritas. Y la culpa es de la crisis. Una crisis en la que, a su juicio, ya estábamos antes de que se produjese, cuando "aclamábamos el modelo social como el único". Por eso, "la crisis habitaba ya entre nosotros, porque en los años de mayor crecimiento en España la pobreza persistía y la desigualdad aumentaba".
Ahora estamos todavía peor. "La pobreza infantil es mayor que la pobreza adulta, y además crecen los nuevos pobres, fundamentalmente familias numerosas, monoparentales o con los dos cónyuges en paro". Escenario que lleva a Cáritas a afrimar que la pobreza en España es "más extensa, más intensa y más crónica que nunca".
Las cifras, en España como en Europa, no hacen más que aumentar. Y la Comisión Europea advierte de que la crisis está generando una nueva clase social, la de los llamados "trabajadores pobres". Es decir, ciudadanos a quienes tener un empleo no les libra de la miseria.
Es la gran tragedia de los pueblos por el atraco perpetrado por una banda de ladrones que siguen ocupando el poder para continuar su delito de robos y estafas.
Dicen y tienen razón, que los pueblos tenemos lo que nos merecemos. Este es el resultado de años de pasividad del pueblo ante los continuos atracos de que hemos sido víctimas por los que mientras nos robaban nos trataba de delincuentes. Desde hace más de 30 años nos han estafado bajo el paraguas de la transición política, una transición que resultó ser el mayor de los engaños que se le puede hacer a un pueblo.
Todos los herederos del Dictador se quedaron impunes, sin que nadie les pidiera explicaciones por los crímenes cometidos contra el pueblo. Una camarilla de señoritos andaluces, todos ellos Falangistas fueron aupados al poder por un pueblo engañado con el puño y la rosa, las fieras envueltos en la bandera del Socialismo ¡la transición y su paseo turístico por el Mayo del 68 les adjudicó la etiqueta de Socialistas! Ellos, “la izquierda de la izquierda española, dieron comienzo a la gran estafa apoyando con su voto primero y proponiendo, con el poder que les otorgó un pueblo engañado, desde el gobierno más tarde las primeras leyes antisociales ¡con el consentimiento del adormecido pueblo! Dieron comienzo a la gran estafa.
Por desgracia los pueblos no tienen memoria y nadie parece acordarse de nada de lo ocurrido ¡como si los problemas hubieran empezado ayer! Hoy se lucha por una democracia… ¡Bajo que bandera nos han estado estafando si no con la de la Democracia! ¿Democracia para qué? ¡Para que se nos siga engañando, estafando, apaleando…?
Hoy por la mañana cuando mal desayunaba, vi pasar delante de mi la sombra de la pobreza y no me lo contó ningún noticiero, la vi pasar, precisamente porque no dejé que nadie, porque no dejé entrar a ningún noticiero, que pude ver lo que pasa con más claridad que nunca, pude ver como el pueblo, en el siglo XXI cuando las máquinas son suficiente para producir, si no las tuvieran apalancadas entre unos pocos, lo suficiente para todos; pude darme, perfecta cuenta de la miseria y el hambre; pude ver que miles de familias viven en la calle porque les han quitado sus viviendas; pude ver a millones de niños amaestrados a capricho de nuestros estafadores; pude ver como nuestras familias, vecinos y amigos se nos mueren esperando en las listas de la SS. Y pude ver como unos pocos detentores del, caso, total de los bienes generados por el esfuerzo de millones de trabajadores se compran una Isla o u avión particular ¡o un yate¡ mientras los pueblos nos morimos de miseria y hambre.
También he vitos como se manifestaban policías, educadores, bomberos, transportistas y toda clase de trabajadores, ciudadanos, juntos ¡cada grupo con su uniforme! Para diferenciarse, supongo. Los que al día siguiente nos volverían a apalear, a los que el gobierno les quieren otorgar el derecho a la intimidad mientras nos golpean con sus porras, los policías, bien revueltos, para poder vernos a todos/as, bien, la caras. ¡Queréis democracia, esto es democracia!
Por las mañanas me encuentro con los chicos de una escuela que están en la puerta haciendo ruido con cazos, cacerolas… Les toco la bocina para darles ánimo y ellos arrecian sus ruidos. Están haciendo la huelga de la enseñanza.
Pobres niños… ¡Democracia! ¿Esa es la herencia que les queréis dejar?
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