lunes, 18 de abril de 2011

EL GOBIERNO EFECTUA EL MERCADO NEGRO


EL GOBIERNO EFECTUA EL MERCADO NEGRO

El problema básico del Gobierno Soviético fue como el nuestro propio. El pueblo ostenta salarios de guerra más elevados, pero no había en nada que gastar el dinero. Nosotros resolvimos el problema vendiendo a nuestro pueblo bonos de guerra , así, cuando después de la guerra, la industria haya sido reequipada, podrán vender los bonos y comprar mercancía a un precio natural.
        En Rusia, mientras un hombre dependa de un sueldo del Estado, está entregado por sus pies y su poder de compra está controlado.
        El puede comprar por ejemplo, una radio cuando el gobierno le dé el permiso para que lo haga, pero el primer permiso irá siempre para quien el gobierno piense que es el primero en merecerlo. Naturalmente en Rusia también se venden bonos de guerra, muchos de ellos producen interés, pero los soviet ven con recelo estos bonos, ya que el hombre que tiene uno, tiene un poder de compra que el Estado no puede controlar.
        Para neutralizar el amontonamiento de sueldos, el Gobierno Soviético volvió a abrir en 1944 los almacenes comerciales. En ellos el gobierno le vende a usted casi todos los artículos de lujo, alimentación o de vestir que usted quera a precios aproximadamente iguales a los del “mercado libre” del que ya he hablado y sin pedirle los cupones de racionamiento.
        En términos americanos, podemos decir que el Gobierno soviético mantiene su propio mercado negro, con un monopolio del estado, para” aliviar a sus trabajadores del peso de sus salarios de guerra” . Cuando la paz venga el Gobierno espera tener en sus manos la mayoría de los ahorros de sus trabajadores (sin tener la obligación de devolvérselo como deberá hacerlo nuestro Gobierno con los bonos de guerra) y el trabajador volverá a estar cogido por los pies y dependiente del controlado salario del Gobierno.
        Penetremos en uno de los almacenes comerciales del Gobierno con nuestra obrera soviética y sus 20 dólares semanales, y miremos las mercancías y los precios. El Gobierno la venderá la más barata calidad ”bologna” (grasa) por 13`20 dólares la libra, el tocino a 24`27 dólares, una gallina ya preparada vale 13´20 dólares la libra. El buey (una cantidad semejante a la que usamos en América para el cocido) vale 13`62 dólares. Los huevos frescos valen 1´25 dólares la unidad. Una pinta de crema 8 dólares. El queso suizo vale 20 dólares la libra.
        Fuera de estos almacenes se extiende, alrededor de la manzana de casa una larga fila de desaseados trabajadores de guerra impacientes por pagar esos precios. En el interior hay otra larga fila ante la ventanilla del cajero. La mayor parte del día de se pierde en entrar,  comprar unos pocos artículos y salir, porque solo hay 20 almacenes comerciales en Moscú.
        Un extranjero se asombra de que la gente no proteste cuando el Gobierno toma posesión del lícito mercado negro. Muy al contrario, ellos parecen contentos de comprar esas cosas y parecen contentos con el nuevo régimen.

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